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¿Qué revela la crisis del COVID -19 sobre América Central? Guatemala, Un estado que nunca fue.

La crisis sociosanitaria del COVID 19 ha expuesto aún más las debilidades del estado guatemalteco. El virus no es la única amenaza para la salud de la población, también lo es la fragil instutucionalidad del estado incapaz de garantizar y proteger los derechos básicos de la población. Lucrecia Hernández, diputada de la Bancada Semilla GT nos comparte su perspectiva. Movimiento Semilla.

imagen: [Translate to Spanisch:] Solidaraktion bei der Verteilung von Lebensmittel an Bedürftige in Nebaj, Guatemala desde Feliciana Herrera Prensa Comunitaria

Interview mit Lucrecia Hernández Mack, Abgeordnete der Partei Semilla und ehem. Gesundheitsminister_in Guatemalas

¿Qué problemáticas sociales, económicas y políticas se han agudizado ante la crisis sanitaria del Covid-19 en Guatemala?

Han habido problemas históricos de décadas incluso desde siglos - son problemas que ya existen desde tiempo atrás. Por ejemplo, en Guatemala no tenemos un sistema de salud pública que realmente pueda darle una respuesta a la crisis. Si nosotros nos ponemos a ver cuántos puestos de salud y centros de salud tenemos y calculamos solo en número y cobertura a cuanta población podríamos alcanzar esto nos da una cifra de más o menos 6.5 millones de personas - que es la población que Guatemala tenía a mediados de los años setenta. Estamos hablando de un sistema de salud pública que está rezagada en más de 45 años y que además ha tenido un enfoque mucho más materno-infantil dejando de lado problemas que se presentan en nuestro perfil epidemiológico. Por ejemplo, las primeras 10 causas de mortalidad en Guatemala son los problemas infecciosos y carenciales como la desnutrición aguda, malnutrición crónica, mortalidad materna, diarreas y neumonía, cáncer, diabetes, (…) Muchos de los problemas de cirrosis están vinculados por alcoholismo, también tenemos problemas de salud mental y adicciones.

Los principales servicios del Ministerio de Salud - puestos y centros de salud - se han dirigido principalmente a población materno-infantil, como para palear el focalizado en población vulnerable. Pero no es un sistema que este atendiendo de manera integral el resto de los problemas. Es un sistema de salud reflejo de como se ha estructurado históricamente el estado.

Nunca hemos tenido un estado social mucho menos un estado de bienestar.  Tuvimos un estado “pseudo-liberal”, después no tuvimos un estado social sino un estado contrainsurgente y sobre eso se quiso montar un estado neoliberal. Lo poquito de estado que hubo - más contrainsurgente que otra cosa – pues se redujo y el estado nunca ha jugado un rol de garante del derecho a la salud sino más bien ha sido un estado paliativo, dejando en manos del mercado mucho.  Es un sistema de salud principalmente privado, pero por omisión del estado. No es que lo público se ha convertido en privado, sino que simplemente no ha habido nada público antes. Esta crisis es reflejo de que no se ha construido un estado a lo largo de la historia del país.

En términos económicos, el hecho de que las medidas de contención impliquen que la gente se quede en casa, cerrar centros comerciales, cerrar escuelas, cerrar locales o comercios de servicio no esenciales, lo que se visibiliza es la informalidad. Ahora que se ha querido buscar cómo hacer llegar apoyo asistencial de dinero a las familias, se ve que esto se puede hacer con algunos trabajadores que han sido formales y que se les ha suspendido su contrato, pero entonces en la medida en que únicamente un 17% o menos de los trabajadores son formales afiliados al IGSS (Instituto Guatemalteco de Seguro Social), pues nos damos cuenta que hay un 83% la mayoría de la población que no están registrados en ningún lado, no hay NIT (Steueridentifikationsnummer), no hay seguro social y no están en ninguna base de datos.  Es muy difícil entonces crear una base de beneficiarios para poderles hacer llegar dinero o algún tipo de subsidios o beneficio para poder quedarse en casa, porque en la medida en que ese apoyo no les llega tienen la necesidad de salir a ver como hacen para vender lo que se pueda vender o hacer su comercio como puedan. Y creo que la informalidad es justamente lo que se está visibilizando al igual que la desigualdad que eso ya sabemos que existe desde hace mucho tiempo.

En temas políticos, yo creo que es justamente la ausencia de estado lo que se refleja ahorita, una institucionalidad muy débil, en donde incluso el Ministerio de Salud pudiendo hacer compras por excepción y teniendo disponibilidad financiera le cuesta mucho saber que comprar. Hay bajas competencias técnicas y de digestión, de administración pública para hacer el trabajo que les corresponde.

Esto nos vuelve a poner al centro de la discusión El estado, ¿Qué estado queremos?, ¿Qué estado necesitamos? y ¿Qué estado debemos de construir? En términos de salud siempre hemos tenido esta discusión sobre la salud como derecho. El estado debe ser un garante de la salud y no ver a la población como cliente que tiene que ir a buscarse la salud en lo privado o como beneficiario que entonces lo que recibe es caridad publica, si no ir pensando en la ciudadanía como portadores de derecho y en el estado como un garante de derecho. Ir construyendo un estado justamente para garantizar derechos civiles y políticos. El tema de seguridad, libertad de expresión también está en este momento en discusión, los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales hay que ir pensando justamente en un estado garante de derechos que implica construirlo, que implica invertirle, que implica por ejemplo repensar la política fiscal y tener reformas fiscales para poder construir ese estado que se necesita. Entonces la crisis nos ha evidenciado que hay temas como la salud que no podemos dejarla en manos del mercado, sino que le corresponde al estado asumirla.

Lucrecia Hernández Mack,Miembro del Partido de la Semilla y ex Ministra de Salud de Guatemala


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