El poder asociativo es el poder colectivo de los trabajadores. Es el poder primordial de los sindicatos. Si el sindicato cuenta con una fuerte base de trabajadores y su plena participación, entonces tiene un fuerte poder asociativo.
Un aumento del poder asociativo reforzará a todos los otros recursos de poder. Ya sea que nos embarquemos en iniciativas de campañas, de organización, de negociación colectiva o de transformación organizacional, siempre es conveniente incluir un plan para reforzar el poder asociativo del sindicato. Aumentar la cantidad de trabajadores que participan en las actividades de este Manual ayudará a fortalecer el poder asociativo.
Si el poder asociativo es débil, los empresarios podrán utilizar su poder para romper o debilitar la fuerza colectiva del sindicato desde la base mediante la desinformación y la propaganda, el trato injusto, las condiciones laborales deficientes, los despidos, la violencia física y las amenazas, el encarcelamiento y la creación de sindicatos de empresa. El uso de otros recursos de poder sin una base fuerte de trabajadores puede ser peligroso, ya que puede provocar un aumento de la represión por parte de los empleadores hacia los trabajadores y alejará aún más a las trabajadoras y los trabajadores entre sí y de sus sindicatos.
Dos ejemplos de los efectos negativos que un poder asociativo débil puede tener sobre trabajadoras y trabajadores son las huelgas en las que no hay una participación importante de trabajadores y la falta de cumplimiento de las leyes laborales en el lugar de trabajo. Cuando los sindicatos obtienen mejoras salariales o mejores condiciones laborales, pero estas se logran sin la participación de trabajadoras y trabajadores porque el poder asociativo es débil, es probable que trabajadoras y trabajadores consideren que las mejoras se dieron por iniciativa del empleador o del gobierno, lo que erosionará aún más el poder asociativo del sindicato.